viernes, 31 de julio de 2015

UN CAMION CISTERNA PARA SALVAR EL POCO VERDE QUE QUEDA EN EL PARQUE AMATE

El parque Amate presenta, a pocos días de que comience la temporada estival, una imagen desoladora. Poco o nada queda ya del verde de sus praderas, que son hoy un terreno seco pasto de las malas hierbas. Con las altas temperaturas registradas en mayo, los peores presagios se han cumplido antes de tiempo. El pasado 30 de diciembre, ABC se hacía eco de la oleada de robos de bocas de riego que estaba sufriendo el parque -cien de las casi 150 que entonces había-. Por esas fechas, los trabajadores de Amate advertían de que si esos hurtos «se produjesen en verano, sería alarmante porque no se podría regar en todo el parque, lo que conllevaría que las praderas se secasen en pocos días». Ante los sucesivos robos, la Delegación de Parques y Jardines decidió no reponer ni una boca más -todo esto teniendo en cuenta que en ese momento era invierno y con la humedad propia de la época el parque no necesitaba ser regado-, prometiendo a los trabajadores que a finales de enero de 2015 comenzarían las obras para modificar el sistema de riego actual -de tipo manual, con mangueras y cañones de agua- por uno automático por aspersores, un proyecto que fue anunciado por el delegado Maximiliano Vílchez en junio de 2014. A día de hoy, el comienzo de las obras continúa en el aire. Desde Parques y Jardines han trasladado a este periódico que el contrato del nuevo sistema automático «ya está adjudicado a una empresa», aunque, según dicen, «se está a la espera de que quede aprobado en la Junta de Gobierno, que se reunirá próximamente». El conjunto de las obras que -con un presupuesto de 499.989 euros- se llevarán a cabo incluía una nueva red de canalización de riego, difusores de largo alcance, un nuevo sistema de bombeo y el correspondiente sistema de control que permitirá programar el riego y economizar el consumo de agua. Por otro lado, fuentes de Parques y Jardines consultadas por ABC, han confirmado que el inicio de las obras abarcará en principio «sólo la zona este del parque», es decir, una cuarta parte de la extensión total (9 hectáreas de las 34 que tiene). Un nuevo parche Un camión cisterna para salvar el poco verde que queda en el parque Amate ABC Bomba con la que sacan agua del estanque para regar Con el nuevo sistema de riego aún en trámites burocráticos y sin las viejas bocas (robadas o inutilizadas al intentar sustraerlas), actualmente es imposible regar el parque en su totalidad. «Desde hace un mes, cuando empezó a apretar el calor, un camión cisterna de los viveros de Triana viene cuatro días por semana. Lo cargan dos veces con agua del estanque y se riegan las plantas más sensibles: árboles y arbustos que fueron plantados hace dos años y que requieren de un cuidado especial. Aun así, de los 600 rosales que se plantaron en torno a la fuente, tan sólo queda un centenar. Asimismo, viejos arbustos se han cortado a ras de suelo para evitarles estrés hídrico. Respecto a las praderas de césped, por mucho que nos pese, con los recursos que tenemos no podemos hacer nada», aseguran los trabajadores del parque, que cuentan también con una vieja bomba que extrae a diario agua del estanque, que se abastece a través de un pozo. «Con esto regamos los alrededores del estanque, una zona que no abarca ni una cuarta parte del parque. Esto no es más que un parche». Así las cosas, algunos de estos empleados de Amate lamentan que la propia Delegación no se haya puesto en contacto todavía con ellos para informarles sobre el nuevo riego, del que señalan «todavía no han visto ni un solo plano».

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